sábado, 12 de noviembre de 2011

Cazadores

Hala, hoy sin demasiados diálogos. Si me preguntáis, este escuadrón como tal no tengo constancia de que existiera, aunque sería lógico. El modelo, por si os interesa, es un P-47M con algunas modificaciones para las altas velocidades y la escolta de largo alcance. El modelo de caza alemán, bien puede ser un Messerschmitt 262 A1, el primer avión de caza de turbina operativo.




El coronel había dado órdenes muy claras. No se protegería a la caja de bombarderos a los que acompañabamos. De eso se encargarían los Mustangs, ellos los acompañarían y eliminarían los elementos más "comunes" de la aviación enemiga.
Hacía sólo una semana que nuestro escuadrón se había formado. Éramos los veteranos más resistentes y despiertos, perfectos para la caza a gran altura y gran velocidad, capaces de soportar mayores "G" de lo habitual. Era nuestro primer vuelo de combate juntos y el viaje había sido relativamente nuevo. Nuestros poderosos P-47 Thunderbolt, habían sido modificados para alcanzar una prodigiosa velocidad de combate, así como mantener un buen alcance. Podríamos hacer nuestro trabajo, aunque la amenaza de rompernos un brazo al intentar virar nos hacía dudar de ello.

Volamos 3000 pies por encima de la caja, justo en nuestro límite operacional. Así debe de sentirse Dios al mirarnos, pues podemos ver perfectamente la curvatura terrestre y justo debajo, a los bombarderos que acompañábamos. Probablemente no pudieran vernos, pues el sol les cegaría, pero también lo haría con ellos. Nadie hablaba, para evitar descubirnos antes de tiempo. Debíamos ser rápidos y letales.
Un aviso desesperado de radio y pudimos ver las estelas de humo que subían rápidamente para interceptar. Pico junto a cuatro compañeros, que se encargan de cubrirme, mientras los otros cuatro nos cubrirán, en caso de que aparezcan más. Motor a fonto y el monstruo de 2800 caballos que tengo bajo el capó ruge feromente, mientras descendemos velozmente. Los kraus no se enteran de nuestra presencia hasta que ya estamos muy cerca. Demasiado cerca.
Abro fuego con todas mis ametralladoras durante un segundo, nada más. El caza enemigo, explota como una bengala. Aquí y allá, mis compañeros aúllan. "¡Los hemos cogido cagando!" Y bien cierto es. Nuestro escuadrón ha sido creado para cazar a los nuevos aparatos del Reich, tan veloces, que incluso los mejores cazas que tenemos tienen problemas para derribarlos. Ni siquiera los artilleros pueden asegurar su defensa.
Pero no contaban con nosotros. Aunque se reponen velozmente de la primera sacudida que les hemos dado y ya se alejan para evitarnos. Pero ellos subían y nosotros bajábamos, así que en la virada, creyendo que me voy convertir en tortilla, avisto a uno de ellos. Mi punto me sigue, así que pongo proa al enemigo, para derribarlo antes de que haga algo de lo que nos podamos arrepentir. Ignoro el maremágnum de mi alrededor, al que el resto de colegas ya se han unido y con el gas a fondo, conecto el empuje de emergencia. Pegado al asiento, siento como si fuera a reventar, mientras me lanzo a una velocidad que creía imposible, en pos de mi enemigo. Se acerca rápidamente y preparo las ametralladoras de nuevo, pero el maldito debe de haberme visto, porque ya maniobra para evitar mis disparos. Me duelen los brazos, pero el oxígeno consigue que me olvide de ello. Oprimo el disparador y el avión se sacude. He fallado, voy demasiado rápido como para poder virar para acertarle. Alguien grita que tengo algo a la cola. Despierto inmediatamente y acciono los aerofrenos, mientras maniobro a la desesperada.
Pasa junto a mí a toda velocidad pues parece que le ha pasado exactamente lo mismo. Inexplicablemente, el que parece ser su motor izquierdo se incendia violentamente, aunque se apaga casi inmediatamente. El huno se estabiliza y trata de huir, aunque ya no es tan rápido. Una ráfaga corta y su ala ya no está con él. Dos derribos, nada mal.

Se que han derribado a dos de los míos, pero en general parece que les estamos pegando una paliza. Por mi parte, he conseguido llegar a la cola de su líder, pero soy incapaz de hacer un blanco. Lo persigo a toda potencia y mi motor ya está al rojo vivo, mientras que él no parece tener especiales problemas para mantenerse. Lo dejo ir, con la esperanza de que intente alguna pasada extra a la caja. Pero no vuelve. Se va. Y cuándo quiero darme cuenta, a mi alrededor escucho júbilo y felicitaciones, pues hemos derribado a 5 jets enemigos y puesto en fuga a otros tres.

Para el primer día, no está nada mal.

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