miércoles, 7 de marzo de 2012

No soy friki.

Ni freak, ni friky ni cómo carajo queráis escribir el puto término.

Estoy en plena escalada de migraña y además de mala leche, me trae ganas de escribir. Pura mierda irónica. En fin, dejemos que la pastilla haga su efecto y que la mala uva se diluya entre las teclas.

Hace un tiempo, me consideraba Freak. Orgulloso de semejante título que ahora me avergüenza. No sólo era distinto a los demás (que éso lo somos todos) sino que además dedicaba mi tiempo a cosas radicalmente distintas. Escribía, jugaba a rol, jugaba a airsoft, me gustaban películas de aventuras y ópera espacial... Leía fantasía, aventuras... Bueno, leía, que para el caso, ya es raro. Los cómics me gustaban, los simuladores de vuelo y videojuegos (de pc) en general. Y la plabra friki era la forma de llamarnos a los que eran como yo. Algunos tenían aficiones distintas, pero nos dedicábamos a la nuestra con pasión.

De pronto, comenzaron a salir a la luz personajes lamentables, tanto en televisión como dentro de nuestros propios ámbitos. ví el lado oscuro e intuí que aquello nos engulliría. Como de costumbre, la masificación corrompe lo que toca y nació el día del orgullo friki. Y ése fué el día que me rompí. No hay nada que me reviente más que ver a gente haciendo el ridículo más absoluto en nombre de algo que me gusta. Y que lo hagan de la mayoría de mis aficiones, me jodió sobremanera, hasta el punto de renegar, asqueado de todo aquello. No de las aficiones, sino del espíritu de tribu. De la palabra friki.
No puedo cambiarlos y ni de coña me uniré a ellos. Ya no soy freak, friki o como sea, pues me siento como un homosexual normal y corriente, de los que viven su vida cómo el resto de mortales, ante la marabunta colorida del día del orgullo gay. Les compadezco, pues me siento igual, al ver que se dedican a hacer gala de precisamente los clichés y tontadas que se intentan erradicar.
Ver a un gordo mal vestido de batman de todo a 100 por la calle, que de pronto grita "soy friki y estoy orgulloso!!!" no dan ganas de unirse a su reivindicación, sino de gritar "yo no voy con él!" Nunca he sido de expresar mis aficiones al mundo en general y la forma friki de hacerlo me gusta todavía menos que una patada en la entrepierna.
Pero el tema ya clama al cielo cuándo vemos a esperpentos en la tele, cantantes o vacilones de manubrio cósmico, que reconocen ser frikis. Ahí hasta reniego de la raza humana, pero éso ya es otro artículo.

Así que nada. No soy freak, de ninguna clase, sólo me dedico a mis aficiones sin que me toquen los cojones más de lo tolerable.


P.D: ODIO ODIO ODIO ODIO Big Bang Theory. Sheldon Cooper se la carga con su sola presencia.

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